¡Hola de nuevo conectad@s!
Los seres humanos, como sujetos
que establecen relaciones sociales entre el medio y el entorno que les rodea,
dejan improntas de su vida y su actividades que a menudo quedan para la
posteridad, bien en nuestras retinas, bien en el medio natural.
Todos conocemos la muy conocida
frase de Neil Amstrong “un pequeño paso para el hombre, pero un gran
paso para la humanidad”, acompañada de una huella en una superficie gris y
polvorienta.
Sin embargo, ¿hasta qué momento debemos remontarnos para constatar los primeros
pasos del hombre primitivo?
Existen infinidad de yacimientos
arqueológicos que definen la presencia de las actividades humanas en
prácticamente cualquier región del planeta, pero ¿qué sabemos acerca de las icnitas[1]
que han dejado sobre la tierra? ¿Se conservan las improntas de una carrera durante
una cacería? ¿O cuando pisaron los terrenos encharcados de una llanura en época
de lluvias?
Las huellas que más repercusión
han tenido por parte de la historiografía son las conservadas en Laetoli (Tanzania) aunque también se presentarán otros restos icnológicos
como las huellas descubiertas en Ileret
(Kenia), en Happisburgh (Gran Bretaña), en Roccamonfina
(Italia) , en los Lagos Willandra
(Australia) o Chihuanan (México)
Huellas de Laetoli (Laetoli, Tanzania): Estas son las icnitas más
antiguas hasta ahora conocidas de un homínido. Los restos fueron descubiertos
en 1970 y tienen una antigüedad de 3.6-3.7 millones de años, y se adscriben al australopithecus afarensis, una especie
definida por el matrimonio Leakey. El estudio de estos restos ha
permitido identificar huellas de animales como hienas, babuinos, jirafas,
gacelas, elefantes, rinocerontes, antílopes o búfalos y dos individuos humanos,
una madre y un individuo infantil. En un momento
determinado, las rutas que establecen ambos individuos se unen en una con huellas mucho más profundas, lo que se ha interpretado como que el individuo adulto toma al individuo infantil (Raichlen et al., 2010). El blog "Algo más que huesos", de Isabel Cáceres, investigadora del IPHES (Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social), nos ayuda a explicar el proceso de formación de las improntas de Laetoli.
(Mary Leakey, descubridora de las huellas de Laetoli)
determinado, las rutas que establecen ambos individuos se unen en una con huellas mucho más profundas, lo que se ha interpretado como que el individuo adulto toma al individuo infantil (Raichlen et al., 2010). El blog "Algo más que huesos", de Isabel Cáceres, investigadora del IPHES (Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social), nos ayuda a explicar el proceso de formación de las improntas de Laetoli.
(Mary Leakey, descubridora de las huellas de Laetoli)
Tamaño de la huella
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21.5 cm
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18.5 cm
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Ancho
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10 cm
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8.8 cm
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Tamaño del paso
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47.2 cm
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28.7 cm
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Tamaño corporal
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1.34-1.56 m
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1.15-1.34 m
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(Fuente: wikipedia)
Huellas de Ileret (Ileret, Kenia) Asociadas a la ocupación de uno
de los yacimientos más emblemáticos del Paleolítico Inferior en África, Koobi
Fora (Kenia) Las icnitas se encontraron junto al lago Turkana, con una
antigüedad de 1’5 millones de años y han sido asociados con el Homo erectus.
(Bennett et al., 2009)
Happisburgh (Norfolk, Gran Bretaña) Son las huellas más
antiguas halladas fuera del continente africano, hecho que les sirvió para formar parte de la lista de descubrimientos excepcionales de 2014 emitida por National Geographic. Estas icnitas de
Happisburgh fueron descubiertas en febrero de 2014, por pura casualidad. Una
tormenta había venido acompañada de una crecida del nivel de la marea que había
retirado la capa de sedimentos que cubría las icnitas. Cuando descendió la
marea a su nivel natural, salieron a la luz unos restos que tienen entre
850.000 y 900.000 años y han sido atribuidas al Homo antecesor, la misma especie que se documentó por primera
vez en Atapuerca. Las huellas de Happisburgh reflejan la actividad de al
menos 5 individuos entre los que se encuentran también niños, que se dirigen
hacia el sur (Ashton, 2014).
Paleoantropología hoy, uno de los mejores blogs que se pueden encontrar en la red de difusión y divulgación de la Prehistoria, dedicó una publicación donde aparece un vídeo sobre la intervención que los investigadores desarrollaron en Happisburgh.
Paleoantropología hoy, uno de los mejores blogs que se pueden encontrar en la red de difusión y divulgación de la Prehistoria, dedicó una publicación donde aparece un vídeo sobre la intervención que los investigadores desarrollaron en Happisburgh.
Ruta del Diablo (Roccamonfina, Italia) En la Campania italiana
encontramos las icnitas que hasta el descubrimiento de aquéllas de Happinsburgh
eran las más antiguas de toda Europa. Con una antigüedad de 345.000 años, el
conjunto está formado por unas 56 improntas de individuos en torno al 1’4 m de
altura que habían adoptado ya la bipedia y sólo se servían de las manos
en pasos difíciles (Mietto et al.,
2003)
(Ruta del diablo, Italia)
Huellas de los Lagos Willandra (Nueva Gales, Australia) Son las huellas
más antiguas de Australia con una cronología de 20.000 B.P. Fueron identificadas
por científicos a través de pobladores locales en 2003. Además suman un total
de 450 formando 22 rutas diferentes y han podido conservarse debido a que
fueron realizadas sobre una arcilla endurecida muy poco porosa.
(Huellas de los Lagos Willandra, Australia)
Huellas de Chihuanan
(Chihuanan, México) Son las icnitas más
antiguas de América. Fueron descubiertas por constructores de carreteras en el
desierto de México en 1961. Fueron datadas hace 10.550 años, y en
investigaciones posteriores diversos científicos y expertos han logrado
identificar mas huellas hace unos 7.250 años.
¿Cómo es posible que estas improntas se puedan preservar en un estado
de conservación tan bueno? La clave es el contexto en el que se encuentran.
Tanto Laetoli como la Ruta del Demonio se enmarcan en contextos volcánicos donde las masas cenizas, humedecidas por la lluvia, adquieren la forma de
las pisadas de los individuos como si fuera arcilla y tras un enfriamiento
rápido se produce una especie de fosilización.
El mejor ejemplo de este caso lo muestra la ciudad de Pompeya, donde podemos
encontrar a sus habitantes en la posición anatómica en la que fueron sepultados
por las cenizas del Vesubio.
Para terminar, dejo una frase que
es toda una lección de vida.
“Nuestras huellas dactilares no
se borran de las vidas que tocamos” Gandhi
BIBLIOGRAFÍA
ASHTON, N., LEWIS, S., DE GROOTE, I, DUFFY,
S.M., BATES, M., BATES, R., STRINGER, C., (2014) “Hominin footprints from early
Pleistocene deposists at Happinsburgh, Uk, PloS
one, 9, 2
BENNETT, M.R., (2009) “Early Hominin Foot
Morphology Based on 1’5-Million-Year-Old Footprints fromIleret, Kenya”, Science, 303, pp. 1197-1201.
MIETTO, P., AVANZINI, M., ROLANDI, G., (2003), “Palaeontology:
Human footprints in Pleistocene volcanic ash”, Nature, 422,pp 133-133.
RAICHLEN, D.A., GORDON, A.D., HARCOUT-SMITH,
W.E.H., FOSTER A.D., HASS, W.R., (2010) “Footprints Preserve Earliest Direct
Evidence of Human-Like Bipedal Biomechanics”, PloS One, 5, 3.
[1] Las
icnitas son huellas o improntas que se producen sobre una superficie producto
de la pisada de un vertebrado. La paleoicnología se encarga de estudiar las
improntas que han quedado en estado fósil.
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